Fiscalidad y residencias

España y el indice fiscal de competitividad mundial

By
Jose Maria ALFIN
on
November 9, 2022

España a la cola del ranking del indice fiscal de competitividad

En el post publicado por la Sra. Cristina Enache para la prestigiosa revista internacional de fiscalidad TAX FOUNDATION, tomando como referencia el indice de competitividad fiscal a nivel mundial 2022 concluye que España, a raíz de las últimas reformas fiscales, puede dirigirse a la cola del índice.

Para nosotros es una pésima noticia para España. Pero, incrementar la presión fiscal, la tasa de solidaridad; tasa digital; la subida de los tramos de la base del ahorro o sobre ganancias de capital, y otras medidas previstas, son totalmente contraproducentes. Estas medidas impactarán directamente en la competitividad de España y podrían llevar al país a una recesión.

El sistema tributario español (con exactitud, podríamos decir que hay varios sistemas tributarios dentro de España) está creando año tras año más problemas, aumentando la presión fiscal hacia la confiscatoriedad y fomentando el dumping fiscal entre las diferentes Comunidades Autónomas.

Sorprendentemente, España sigue manteniendo el Impuesto sobre el Patrimonio, que se aplica a residentes o no residentes en España, el Impuesto sobre Sucesiones y el Impuesto sobre Donaciones. Si sumamos el impuesto sobre la renta de las personas físicas más el impuesto sobre el patrimonio, el tipo marginal teóricamente no puede superar el 60% de las rentas originadas por el individuo en el ejercicio fiscal. Pero este teórico límite no es del todo cumplido en la práctica, ya que la interpretación de la administración tributaria española implica en ocasiones un tipo efectivo de gravamen superior al 60%.

La experiencia económica ha demostrado históricamente que la política fiscal debe tratar de estimular la actividad económica. Sin embargo, estas medidas, en un momento en el que España se encuentra en una mala situacion económica no parecen lo mejor para este país.

Teniendo en cuenta que la inmensa mayoría de los países desarrollados han considerado contraproducente el impuesto sobre el patrimonio y que sólo cinco países en el mundo lo mantienen (ya que grava activos que fueron gravados en el pasado, bien porque fueron heredados o recibidos como consecuencia de rentas que también fueron gravadas, creando una clara doble imposición interna), introducir aún más presión fiscal sobre las rentas altas no va a ayudar al crecimiento, ni a la recuperación del país.

La política fiscal debería contemplar siempre el límite de la presión fiscal, pero no es el caso de España con las últimas reformas fiscales.

Y, cuando el Gobierno ignora el límite de la presión fiscal, el individuo puede decidir fácilmente emigrar a un país más atractivo a nivel fiscal.

Incluso el Sr. Montoro aprobó un impuesto de salida para limitar las deslocalizaciones, pero esto no detendrá a los individuos de rentas altas, ya que el impuesto de salida no se puede liquidar en el momento de la deslocalización si el particular se desplaza a un país de la UE o a un país miembro del espacio económico europeo.

Andorra podría ser una opción interesante teniendo en cuenta que el acuerdo entre Andorra y la Unión Europea está muy avanzado y probablemente se firme durante el próximo ejercicio.

En conclusión, el infierno fiscal que está creando España va a ser contraproducente, y prevemos un movimiento masivo de personas que se trasladen a las múltiples opciones que ofrecen otros países dentro de la UE (Italia, Portugal, Grecia, Malta, Chipre, o Andorra si finalmente se incorpora a la UE, como país asociado).